Frutas vs. verduras: ¿cuáles son mejores para ti?
Las frutas y verduras ofrecen compuestos naturales vegetales que ayudan a mantener saludable el cuerpo y la clave es la variedad.
![Las frutas y verduras contienen nutrientes vitales.](https://static.wixstatic.com/media/e68559_a85a0d52370647f9b82a7e24d53f4228~mv2.jpg/v1/fill/w_300,h_200,al_c,q_80,enc_auto/e68559_a85a0d52370647f9b82a7e24d53f4228~mv2.jpg)
Si no eres un gran fanático de las verduras, podrías pensar que puedes compensar no comerlas si, en su lugar, comes muchas frutas diferentes. Es fácil ver el porqué. Casi siempre las mencionamos juntas (“come frutas y verduras”). Puesto que son alimentos vegetales saludables, resulta natural suponer que son más o menos intercambiables en cuanto a que brindan los nutrientes que el cuerpo necesita.
En cierta medida esto es cierto. Puedes obtener la vitamina C casi tan fácilmente con las bayas que con el brócoli; el potasio se encuentra en la remolacha y el plátano. Pero las frutas y verduras también ofrecen una abrumadora y diversa variedad de fitonutrientes, los cuales son compuestos vegetales naturales que pueden fomentar una buena salud. Por lo tanto, recibir la más amplia variedad de fitonutrientes es mucho más probable que suceda si comes tanto frutas como verduras.
Los fitonutrientes son los responsables de los sabores y colores que hay en frutas y verduras. Cuando pensamos en frutas y verduras más desde el punto de vista de la enorme variedad de sabores y tonalidades que brindan (y no tanto como simples fuentes de vitaminas y minerales), puedes empezar a apreciar qué tan diferentes son en realidad.
Las bayas y el brócoli, por ejemplo, podrían ser similares en lo que se refiere a su contenido de vitamina C; sin embargo, su perfil de fitonutrientes no podría ser más diferente. Las bayas obtienen su color rojo-morado gracias a ciertos compuestos que se encuentran más entre las frutas que en las verduras. Por otra parte, existen diferentes fitonutrientes que son los responsables del aroma fuerte del brócoli, la col y la coliflor. No obstante, en la fruta no encontraremos estos olorosos compuestos. Otro pigmento natural, el licopeno, da un color rojo intenso a frutas como el tomate (sí, el tomate es fruta), la toronja rosada y la guayaba; pero será complicado que encuentras mucho de este en la mayoría de las verduras.
Me encuentro con mucha gente que supone que comer frutas o verduras es tan bueno como comer frutas y verduras. Por lo tanto, a menudo uso estos ejemplos para recomendarles que incluyan más variedad en su dieta. Si esto te suena conocido, piensa en los obstáculos que se te presentan y cómo podrías salvarlos.
Hay gente a la que no le gusta la fruta más que las verduras; y a menudo esto tiene que ver con la textura. Si no te gusta la textura blanda de la fruta madura, trata de poner fruta fresca o congelada en la licuadora y agregarla a un batido o ponerla encima de requesón o con yogurt. Si algunas frutas son demasiado ácidas para ti, intenta comer las variedades más dulces. Por ejemplo, las mandarinas a menudo son más dulces que la mayoría de las naranjas.
Si no te gusta la textura de las verduras cocidas, intenta comerlas crudas. Si los sabores fuertes son lo que te impiden comer verduras, juega con condimentos como las hierbas, el ajo o los cítricos. También puedes incluirlos en las sopas, salsas para pasta, guisos y otras recetas saludables. O bien, cocínalas hasta que estén tiernas pero firmes; después enfríalas y agrégalas a la ensalada. De esta manera no percibirás el aroma intenso en el vapor.